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viernes, 16 de octubre de 2015

Administración de Bienes y Recursos


Pasaje Bíblico: Mateo 6:24; Proverbios 11:4; Lucas 6:24; Marcos 10:23; Salmo 49:6-8; Lucas 12:15-21.

Introducción
Cuando se habla  se bienes y recursos, evidentemente se está haciendo referencia a las posesiones de cada persona, bien sean materiales o intelectuales.
Es útil conocer el concepto de bien que aplica desde el punto de vista legal y económico, sin entrar en profundidades para no desviarnos del tema, puesto que como administradores del tiempo presente, es necesario conocer que es lo que vamos a administrar directamente.
Concepto de Bien: Es todo aquello que puede ser objeto de apropiación; por tanto, que tiene un  valor económico; esto es, que se encuentra dentro del comercio. Susceptibles de satisfacer necesidades humanas. Ahora, el conjunto de bienes, integra el patrimonio de las personas.
I.- Las Riquezas 
a)Mundo Material
Es incompatible amar a Dios y a las riquezas, estas te llevarán a apartarte del buen camino. Las riquezas son un engaño, el hombre piensa que teniendo dinero posee todo, pero estas no pueden comprar la salvación.
            En 1 Corintios 6:10 se nos dice que los avaros no entraran al reino de los cielos. Todo lo que el rico tendrá será lo que aquí tuvo en los años de vida que vivió, pero en la eternidad le espera la destrucción y la muerte, por cuanto no se acordó en su abundancia del hermano necesitado. Salmo 49: 6-8.
            La Palabra de Dios nos confirma que Él es el dueño de todo, Romanos 11:36. La comprensión de esta realidad es fundamental para apropiarnos del significado bíblico de la propiedad. El hombre es un administrador responsable ante Dios por su mundo material.Marcos 10:23 nos habla de lo difícil que es que un rico se salve, más fácil es meter un camello por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de los cielos. El joven rico no siguió a Jesús porque amaba sus riquezas. Lucas 18: 23. Hay muchos textos que nos hablan de esto veamos algunos: Proverbios 11:28; 23:4-5; Lucas 12:15-21;
1 Timoteo 6:9-10; Mateo 6:19-21.
            Todos sabemos que para el hombre de nuestra sociedad el dinero es lo más importante, para Dios no es así. (Lucas 16:15)
            Pongamos nuestra confianza en Dios y no en las riquezas.

b)Propietario
El hombre es propietario solo si entiende que Dios es el dueño absoluto y final. Algunas citas bíblicas  afirman la propiedad divina: Salmo 50:10-11; 95:4-5; Hageo 2:8; Job 41:11; Isaías 66:1.
Los tratados de Dios con Israel al darles la tierra e instruirles en su uso, constituyen una teología valiosa sobre el uso y la posesión de la tierra. Esta teología se mantiene como un  legado basado para guiar en la actualidad a los hombres en cuanto a las posesiones.
Estableció la idea de propiedad individual, así como sus acciones. Estos principios son válidos para todas las épocas. El derecho de propiedad es un encargo que Dios le dio al hombre junto con el deber de conocer y de cumplir con los encargos de Dios. La capacidad del hombre de ser propietario responsable proviene del hecho de que fue creado a la imagen de Dios.
Cualquier pensamiento sobre el derecho de propiedad exclusiva viola el encargo sagrado que tiene el hombre. La Biblia no prohíbe la idea de la propiedad privada. La propiedad de la familia era importante en Israel. Los límites de la propiedad de la familia eran como las líneas fronterizas (Deuteronomio 19:14). La identidad de muchas familias hebreas estaba unida a su propiedad. La historia de Nabot ilustra la importancia de la propiedad.
Nuestra estadía en este mundo temporal requiere de la satisfacción de ciertas necesidades, tales como la comida, el vestido, un techo y dependiendo de nuestra cultura y el lugar de habitación habrá otras necesidades, tales como vehículo para desplazarnos, y Dios nos ha dado la capacidad para suplir nuestras necesidades. Sin embargo hay que tener presente, que la posesión de bienes no puede ser un fin en la vida del cristiano, sino un medio para un desempeño óptimo en la obra de Dios. La honradez o falta de ella, con que hacemos uso de nuestros bienes, es conocida por Dios, en todo momento estamos rindiendo cuentas a Él, porque Él conoce nuestros corazones. La Palabra también nos recuerda que debemos poseer para nuestra descendencia, las leyes dadas al pueblo de Dios así lo confirman.
La dirección de Dios permite hacer un uso adecuado de nuestros bienes y posesiones. El amor al Padre y la gracia del Espíritu Santo derramado sobre nosotros nos guíen para haceruso adecuado de nuestras posesiones que nos han sido encomendadas para administrar.
II.- Contento con lo Necesario
1.      Fuente de Ganancias
Proverbios 30:8:9
            La actitud del discípulo de Cristo es de no amar las riquezas sino contentarse con tener todo lo necesario. Lo necesario, es tener lo suficiente para vivir sin padecer necesidades. 1 Timoteo 6:6-8.
            La piedad produce gran ganancia, pero la ganancia es espiritual, no material. La ganancia que viene de la piedad no depende de las circunstancias exteriores o materiales. Sólo al tener contentamiento estamos libres de la codicia, la ansiedad y el amor por las posesiones; y solo entonces obtendremos el beneficio final y la bendición de la piedad. Filipenses 4:11. Es vano tratar de acumular posesiones en la tierra. El día en que muramos, lo perderemos todo. Eclesiastés 5:15. Si tenemos la comida, el vestido y el techo que necesitamos, debemos estar contentos. El codiciar más de lo que necesitamos no está bien. Dios ha prometido suplir nuestras necesidades Mateo 6:33. El descontento con los dones materiales que Dios nos ha dado es pecado. La inconformidad es igual que murmurar contra Dios.
2.      ¿Qué debo Anhelar?
            Hemos recibido dones espirituales, pero no debemos conformarnos con los dones que hemos recibido, debemos sinceramente desear bendiciones espirituales cada vez mayores en nuestras vidas. No quedémonos satisfechos con nuestro estado espiritual; más bien debemos buscar ser cada vez más llenos del Espíritu Santo para que su fruto y sus dones se manifiesten con mayor abundancia en nuestras vidas. 1Corintios 12:7-11; Gálatas 5:22-23. Las posesiones en sí no son malas. Lo que es malo, sin embargo, es el amor a las posesiones y el deseo de acumularlas.
            Hay tres cosas que le suceden a las personas que aman y acumulan posesiones:
1.- Caen en tentación.
2.- Caen en el lazo de Satanás, es decir, son atrapados por muchas codicias necias y dañosas.

3.- Se hunde en destrucción y perdición, de la cual sus vidas no pueden restaurarse. Santiago 1:14-15.

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